domingo, 23 de febrero de 2020

"TRAS LA CÁMARA DEL CELULAR"



Me encontraba de viaje en una ciudad maravillosa con el amor de mi vida, él tenía una fascinación por retratarme, quizá porque era la única forma de mantener esa historia por siempre viva. No me había percatado hasta aquel día de su sonrisa tras el celular cada vez que me enfocaba. Él sonreía como si la foto fuera su retrato, pensé que era casualidad del momento, mas no lo era, en todo nuestro viaje cada vez que me tomaba una foto, él sonreía, sentí que mi sonrisa hacía que él lo hiciera y poco tiempo después me di cuenta que al tomar yo la foto, también sonreía y de seguro, al igual que él, siempre lo hacía.

Desde de aquel viaje observo a las personas cada vez que fotografían, hasta el día de hoy, a todos los que he observado tras la cámara del celular, han sonreído, es algo mágico, es como si la felicidad de la persona que se está retratando se hiciera propia.

He ayudado a familias, parejas o personas que se encuentran solas a tomarse fotos, porque en ocasiones no se quiere un “selfie”, pero no queda de otra y la persona que toma el “selfie” por lo general sale con cara de papa gorda, creo que esa es la razón por la que no a todos nos gusta la “autofoto”. Cuando me he ofrecido a hacerlo, porque me encanta, porque me gusta la fotografía, porque sé es un momento que se hará eterno, siempre tras la cámara sonrío y me llevo todas las sonrisas de personas desconocidas y de personas amadas en el corazón.

¿Y usted? ¿Se ha dado cuenta si al tomar la foto también sonríe?  ¡Apuesto a que sí!