En mi
clase de español suelo trabajar con cuentos, música, vídeos y/o películas. Este
año ganó “Mary Poppins”. Empezamos con la lectura del cuento de Pamela Travers,
continuamos con la versión original en película para culminar con “Salvando al
señor Banks” que es un hermoso entramado de la vida de la autora con la lucha
de Walt Disney por obtener los derechos para filmar la película.

Hoy
después de muchos años, al escuchar la canción de cierre de la película tuve un "flashback" como
en “Salvando al señor Banks” la autora los tiene. El mío estuvo relacionado con la cometa y el fantástico momento en que mi padre hizo una para
mí. Tendría yo cuatro o cinco años cuando mi papá regresó de su trabajo con un
papel cometa rojo y unos ligeros palos para crear la forma de la cometa. Recuerdo
la alegría del momento, en realidad la cometa estaba destinada a mi hermano,
ellos la hicieron juntos mientras yo observaba o simplemente pasaba los
materiales para su confección. La cometa era grande, hermosa, mi padre con
papel cometa amarillo le hizo ojos y bigote, la cola era una tela larga
amarilla que hacía juego con éstos, sobró papel cometa y palos,
mi padre en vez de desperdiciarlos decidió hacer una “cometita” para mí. Ese
detalle de mi padre lo llevo tan dentro del corazón, no importaba el tamaño,
importaba su dedicación, la manera de decirme que me amaba, para mi cometa no
alcanzó papel amarillo para hacerle una carita ¡¡qué importaba!! correr junto a
mi padre para hacerla subir al cielo, verla volar junto a la de mi hermano, recordar
sus risas, la mía, ese momento lo atesoro por siempre en el alma, en el corazón.
¡Qué maravillosa es la música! ¡Qué maravillosos son los cuentos! Te hacen
soñar o recordar.